Palancas

miércoles, junio 10, 2009

Félix Fernández fue arquero profesional del Futbol Mexicano y sin duda alcanzó la cumbre de su carrera jugando con aquel legandario Atlante de Ricardo Antonio La Volpe, hoy en su faceta como escritor, colabora para el Grupo Reforma y cuenta con su propio estilo para escribir.


Mucha gente dice que para jugar en Primera División se necesitan "palancas". He conocido cualquier cantidad de futboleros frustrados quienes, al calor de las copas en diversas cantinas o bares, me confiesan que por falta de alguna recomendación, no lograron hacer realidad su sueño de jugar en la máxima categoría.

Hace unos días le pregunté al carismático y sincero "Chelís": ¿Para qué le alcanza a tu hijo Isidro dentro del futbol profesional?

-"Para lo que ha hecho, ca'on; cuando me vaya del equipo él regresa a estudiar su carrera de psicología", me confesó el técnico del Puebla, quien sin el mínimo temor, acepta que su hijo debutó y ha jugado 4 partidos en Primera División, gracias él y no al nivel técnico que tiene; aunque, desde luego, Isidro posee las aptitudes para realizar ciertas funciones, siempre y cuando se encuentre respaldado dentro del campo.

Cada vez que uno de esos frustrados y resentidos futboleros descargan sus teorías acerca de las influencias para jugar futbol dentro del alto rendimiento, les respondo que la mejor tarjeta de presentación es la que cada uno posee.

Hasta hoy no he conocido algún súper dotado sin oportunidades. Las tarjetas de presentación o "palancas" sirven únicamente para ser observado, probado y si quiere usted, hasta debutado; pero como todo cae por su propio peso, aquel que no cuenta con el respaldo necesario en su personalidad, talento, físico y técnica, simplemente no puede pasar de esas pequeñas llamaradas que inevitablemente se extinguen de inmediato.

Aun recuerdo el día que Hugo Sánchez debutó a su hijo dirigiendo a los Pumas, en la última jornada del Clausura 2004. Hugo jr. ingresó un minuto y al término del partido, brotaron las lágrimas del padre por ver en la cancha a su propio hijo. Los Pumas fueron campeones ese torneo y por supuesto nadie podía recriminarle a Hugo que le debutara, aunque no logró que otro técnico le alineara.

Sin duda el caso más representativo en México en cuanto a "palancas" se refiere, es el de Juan Carlos Leaño. No hay duda que el "Cheto" llegó a Tecos por influencia familiar, quizá también al primer equipo y, ¿por qué no? a debutar en Primera División. Pero si este central con más de 200 partidos, un subcampeonato y varias Liguillas fuera un bulto dentro de la cancha, hace mucho tiempo que ni su padre con la envestidura presidencial lograría sostenerlo. Sin duda alguna Leaño se ha ganado en estos años por sí solo el reconocimiento del medio futbolístico como jugador de Primera.

"A mí me interesa que esté dentro del futbol profesional por la disciplina que adquiere, no porque se haga famoso o gane mucha lana, ca'on. Lo he metido para que sienta lo que es estar ahí dentro, como premio a su esfuerzo y porque yo no pude vivirlo", me dijo "Chelís". Las "palancas" existen, por supuesto que existen. Con un padre presidente, dueño o entrenador es posible llegar y aparecer, pero hasta ahí; la mejor tarjeta de presentación y la mejor recomendación para destacar es generada por uno mismo.

La ayuda inicial es efímera, pero el talento no tiene "palancas".

0 comentarios: