En la columna que escribe para http://www.mediotiempo.com/ Gerardo Mascareño habla del estilo de juego de Ricardo Antonio La Volpe, que inició con aquel Atlante que dejó huella a principio de los 90's.
No existe en Europa un solo equipo que juegue con línea de cinco como parado principal, pero sí puede cambiar dependiendo las circunstancias del partido; la forma de utilizar esta formación en aquellos lares es totalmente diferente de la que conocemos nosotros.
Allá son cinco jugadores bien paraditos atrás, priorizando siempre tareas defensivas, en muchos de los casos por tener inferioridad numérica y estar arriba en el marcador y en el caso de que uno de los carrileros se sume al ataque, la línea de cuatro inicial quedaría intacta.
Es lógico además, porque en estos países muchísimos equipos te juegan con un solo delantero nominal y con los cinco defensas (tres centrales) siempre tendrían un central de sobra atrás, y en cualquier otra altura de la cancha un futbolista menos.
Desde que Ricardo La Volpe armó a inicios de los noventas el funcionamiento perfecto de esta formación dirigiendo al Atlante, todos los entrenadores hemos querido imitar y/o tratar de contrarrestar el accionar de este parado. Ahora las líneas de cinco utilizadas son rudimentarias y de ninguna forma cumplen con el objetivo pretendido por Ricardo en aquella época.
De entrada, una de las premisas del funcionamiento óptimo con cinco en el fondo es salir con pelota controlada, de preferencia, ser presionados para rebasar a los delanteros; quien inicia el ataque es uno de los centrales marcadores (de esta manera quedarían mano a mano los dos centrales restantes contra los dos atacantes contrarios ya superados, pero también mano a mano contra los rivales restantes y con balón en posesión). Estos tenían la libertad de avanzar hasta que el equipo contrario se los permitiera, recordarán ustedes cómo Miguel Herrera o el Profe Cruz se cansaban de tirar centros siendo ellos marcadores; más cercano, en estos tiempos, Rafa Márquez, Héctor Lopez, Omar Briseño, "Chava" Carmona, etcétera, todos centrales y ex integrantes de algún equipo de La Volpe, pisaban continuamente el área rival.
El carrilero se convertía en volante y el volante en extremo, a veces el carrilero era el que profundizaba y el volante o "mixto", como lo llama Ricardo, era el que elaboraba, tenía un lanzador impresionante como René Isidoro Garcia, Rubén Omar Romano o el mismo Manuel Negrete solos en la contencion, siendo ellos, toda su vida, medias puntas, creativos, "10", enganches, como quieran decirles. Para terminar, el sistema dos delanteros que sólo pisaban el centro del campo, jamás corrían hacia las bandas, (decía Ricardo que para qué iban para allá si la portería estaba hacia el otro lado), uno se "botaba" y el otro utilizaba el espacio desocupado para un balón filtrado.
Es una realidad también, que los porteros Fernández, tanto Eduardo como Félix, tuvieron más manos a manos en esos tiempos que el resto de los equipos, pero qué importaba, si el equipo generaba entre veinte a treinta jugadas claras de gol por partido.
En aquellos tiempos, alguna televisora logró juntar en un programa a Ricardo y a Manolo Lapuente poco antes que el Necaxa del segundo explotara y se convirtiera en el mayor exponente de esa década. Manolo decía que él no quería tener mucha posesión de la pelota, pero que cuando la tuviera sería realmente peligroso; hoy en día esta filosofía es la que rige el futbol de los países de primer mundo, como siempre, gratísimas excepiones, caso concreto el último Campeón de la Champions, por eso nos encanta ver todos los partidos del Barcelona.
En el futbol mexicano vemos reñidísimos y emocionantes partidos porque nos contrarrestamos unos con otros, formaciones que en el futbol de alta competencia no existen. Lógicamente, cuando competimos con estos equipos nos cuesta mucho más porque no juegan a lo que nosotros jugamos, y no pasa por quién sea el entrenador, pasa por que la búsqueda de resultados y "chamba" para progresar y aspirar a un equipo de mayor categoría. En Fuerzas Básicas enseñámos a los jóvenes y niños a jugar posiciones donde su desarrollo no es el adecuado, caso concreto, un carrilero en el caso de que se quisiera habilitar como lateral, le costaría un mundo de trabajo, no así si fuera al revés, si tú conviertes a un lateral en carrilero no tendrás mayores problemas.
En Pachuca queda claro que se están haciendo las cosas como se deben. En Fuerzas Básicas de este equipo, bajo ninguna circunstancia es permitido jugar con línea de cinco, aparenta no tener gran profundidad, pero los resultados avalan una planeación bien elaborada y una cantera que parece no tener fin.
Ricardo La Volpe y su maquinita perfecta,(desde mi punto de vista, el mejor equipo mexicano contemporáneo) nos hizo estancarnos y ser rebasados por países que tenían mucho menor proyección pero que trabajaron conforme al futbol mundial iba exigiendo, nosotros en cambio, nos matamos casi veinte años tratando de descifrar qué y cómo hizo el "Bigotón" para lograr tal funcionamiento.
Gerardo Mascareño es ex-jugador profesional de Futbol y participó con los equipos: Atlas, Puebla, Atlante, Chivas, Pachuca y Morelia.
No existe en Europa un solo equipo que juegue con línea de cinco como parado principal, pero sí puede cambiar dependiendo las circunstancias del partido; la forma de utilizar esta formación en aquellos lares es totalmente diferente de la que conocemos nosotros.
Allá son cinco jugadores bien paraditos atrás, priorizando siempre tareas defensivas, en muchos de los casos por tener inferioridad numérica y estar arriba en el marcador y en el caso de que uno de los carrileros se sume al ataque, la línea de cuatro inicial quedaría intacta.
Es lógico además, porque en estos países muchísimos equipos te juegan con un solo delantero nominal y con los cinco defensas (tres centrales) siempre tendrían un central de sobra atrás, y en cualquier otra altura de la cancha un futbolista menos.
Desde que Ricardo La Volpe armó a inicios de los noventas el funcionamiento perfecto de esta formación dirigiendo al Atlante, todos los entrenadores hemos querido imitar y/o tratar de contrarrestar el accionar de este parado. Ahora las líneas de cinco utilizadas son rudimentarias y de ninguna forma cumplen con el objetivo pretendido por Ricardo en aquella época.
De entrada, una de las premisas del funcionamiento óptimo con cinco en el fondo es salir con pelota controlada, de preferencia, ser presionados para rebasar a los delanteros; quien inicia el ataque es uno de los centrales marcadores (de esta manera quedarían mano a mano los dos centrales restantes contra los dos atacantes contrarios ya superados, pero también mano a mano contra los rivales restantes y con balón en posesión). Estos tenían la libertad de avanzar hasta que el equipo contrario se los permitiera, recordarán ustedes cómo Miguel Herrera o el Profe Cruz se cansaban de tirar centros siendo ellos marcadores; más cercano, en estos tiempos, Rafa Márquez, Héctor Lopez, Omar Briseño, "Chava" Carmona, etcétera, todos centrales y ex integrantes de algún equipo de La Volpe, pisaban continuamente el área rival.
El carrilero se convertía en volante y el volante en extremo, a veces el carrilero era el que profundizaba y el volante o "mixto", como lo llama Ricardo, era el que elaboraba, tenía un lanzador impresionante como René Isidoro Garcia, Rubén Omar Romano o el mismo Manuel Negrete solos en la contencion, siendo ellos, toda su vida, medias puntas, creativos, "10", enganches, como quieran decirles. Para terminar, el sistema dos delanteros que sólo pisaban el centro del campo, jamás corrían hacia las bandas, (decía Ricardo que para qué iban para allá si la portería estaba hacia el otro lado), uno se "botaba" y el otro utilizaba el espacio desocupado para un balón filtrado.
Es una realidad también, que los porteros Fernández, tanto Eduardo como Félix, tuvieron más manos a manos en esos tiempos que el resto de los equipos, pero qué importaba, si el equipo generaba entre veinte a treinta jugadas claras de gol por partido.
En aquellos tiempos, alguna televisora logró juntar en un programa a Ricardo y a Manolo Lapuente poco antes que el Necaxa del segundo explotara y se convirtiera en el mayor exponente de esa década. Manolo decía que él no quería tener mucha posesión de la pelota, pero que cuando la tuviera sería realmente peligroso; hoy en día esta filosofía es la que rige el futbol de los países de primer mundo, como siempre, gratísimas excepiones, caso concreto el último Campeón de la Champions, por eso nos encanta ver todos los partidos del Barcelona.
En el futbol mexicano vemos reñidísimos y emocionantes partidos porque nos contrarrestamos unos con otros, formaciones que en el futbol de alta competencia no existen. Lógicamente, cuando competimos con estos equipos nos cuesta mucho más porque no juegan a lo que nosotros jugamos, y no pasa por quién sea el entrenador, pasa por que la búsqueda de resultados y "chamba" para progresar y aspirar a un equipo de mayor categoría. En Fuerzas Básicas enseñámos a los jóvenes y niños a jugar posiciones donde su desarrollo no es el adecuado, caso concreto, un carrilero en el caso de que se quisiera habilitar como lateral, le costaría un mundo de trabajo, no así si fuera al revés, si tú conviertes a un lateral en carrilero no tendrás mayores problemas.
En Pachuca queda claro que se están haciendo las cosas como se deben. En Fuerzas Básicas de este equipo, bajo ninguna circunstancia es permitido jugar con línea de cinco, aparenta no tener gran profundidad, pero los resultados avalan una planeación bien elaborada y una cantera que parece no tener fin.
Ricardo La Volpe y su maquinita perfecta,(desde mi punto de vista, el mejor equipo mexicano contemporáneo) nos hizo estancarnos y ser rebasados por países que tenían mucho menor proyección pero que trabajaron conforme al futbol mundial iba exigiendo, nosotros en cambio, nos matamos casi veinte años tratando de descifrar qué y cómo hizo el "Bigotón" para lograr tal funcionamiento.
Gerardo Mascareño es ex-jugador profesional de Futbol y participó con los equipos: Atlas, Puebla, Atlante, Chivas, Pachuca y Morelia.
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